miércoles, 10 de septiembre de 2014

Decoración con virutas de lápiz

Algo tan tonto como sentir cierta pena cada vez que he tenido que tirar a la basura las virutas de los lapices de colores que uso para mis ilustraciones, me llevo a guardarlas en un bote de cristal a la espera de darle algún uso artístico.

El porque de mi reticencia a deshacerme de ellas, es simplemente porque me encantan las vetas de la madera y como quedan con los restos de pintura que recubre los lapices.

A principio de año me compre un block multi-técnicas y decidí estrenarlo con ellas. Cuando empece a pegar las virutas en el grueso papel pintado de negro, no tenia pensado colocarlas en ningún orden, solamente quería cubrir el espacio. Pero como siempre me pasa, me fui complicando y empece a entusiasmarme creando formas.

Cuando lo tenia a mitad, mi hermana lo vio y le encanto. No me esperaba una reacción tan positiva, ya que pegar sobras de lapices, me parecía algo chapucero a ojos de los demás ya que el único fin era darle un uso a este raro gusto personal por algo que se considera un desperdicio, y por esa razón tenia el convencimiento de que solo me iba a gustar a mi.


Faltaban dos semanas para el cumpleaños de mi hermana y se me ocurrió comprarle una caja de madera y decorarla con los motivos de virutas que tanto le gusto. Así que coincidiendo con el puente del Corpus Christi, me puse a ello con mucha ilusión y cierta preocupación, porque su aniversario era justo la semana siguiente a este y yo aún no tenia calculado el tiempo de elaboración por ser la primera vez que lo hacia. Pero lo acabe en seis días, tres días antes del día D, pudiéndose secar de sobras el barniz que cubría la obra.


La foto de arriba se la enseñe a mis amigas, las que entusiasmadas, me animaron a seguir creando este tipo de mosaicos. Así que compre un marco de madera para cambiar de formato. Lo acabe en cuatro días y pronto encontró dueña porque una de ellas se lo quedo.


Y la historia continua...